El hermano Edwin Rodríguez estaba pasando por una severa depresión y pensamientos suicidas debido a su participación en actividades como el consumo de drogas y liderazgo en pandillas. Un día en el tribunal conoció al hermano Cándido Farías, quien le habló del amor de Dios y lo invitó a estudiar la Biblia, despertando su interés. Más tarde, el pastor Eduardo Serrano lo invitó a una serie de conferencias evangélicas donde aceptó a Cristo y fue bautizado, a pesar de la fuer